Operación de hemorroides. Hoy hablaremos de las operaciones de hemorroides. Puesto que hay diferentes tipos de hemorroides, también hay diferentes tratamientos. Entre ellos las operaciones o cirugías de hemorroides, o almorranas.
Operaciones de hemorroides internas
Si una vena dentro de la cavidad anal se ve bajo mucha presión; bien sea por el estreñimiento u otros factores, este vaso sanguíneo procederá a inflamarse, dando lugar a una hemorroide interna. La mayoría de estas situaciones suelen solucionarse con tratamientos poco invasivos, incluso de preparación casera, como las cremas o pomadas, los baños de asiento y mejoras en la alimentación.
No obstante, según algunos cálculos, al menos 3 de cada 10 casos de hemorroides terminan en un procedimiento quirúrgico. Pero ¿cómo son las operaciones de hemorroides internas? He aquí dos ejemplos de este tipo de operaciones.
Método de Milligan-Morgan.
Este método lleva el nombre de los doctores que lo crearon alrededor del año 1937, y es defendido por mucho como la operación de hemorroides con mayor eficacia en el tratamiento de hemorroides de II, III y IV grado. Se realiza cortando con un bisturí la base de la hemorroide, que previamente ha sido prolapsada con el uso de pinzas quirúrgicas. Así, se extirpa la vena hemorroidal y la herida se deja abierta y se coloca dentro del canal anal una gasa para que la la herida cicatrice de forma natural. De hecho, esta es la razón por la que el método también se le llama hemorroidectomía abierta.
Hemorroidectomía cerrada.
Este procedimiento es una variante de la técnica de Milligan-Morgan y fue desarrollado en 1952 por Fergunson y Heaton. Consiste en realizar la extirpación quirúrgica de la variz hemorroidal; solo que en este caso la herida se sutura o cierra de forma total o parcial utilizando un material que sea absorbible por el organismo. Es necesario señalar que esta operación de hemorroides al parecer no incide en una recuperación más rápida y tiene el riesgo de que las suturas se rompan debido al movimiento de los intestinos
Hemorroidectomía cerrada
Alternativas para evitar una operación de hemorroides
Existen varias opciones como alternativa para evitar una operación de hemorroides. Estas técnicas poco invasivas y no quirúrgicas tienen muchas ventajas y traen consigo la posibilidad de una recuperación rápida en especial si se trata de hemorroides que no están en una etapa avanzada. A continuación, se enlistan algunas de estas técnicas.
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Ligadura de banda elástica.
Este método es aplicable a hemorroides de primer y segundo grado incluso de tercer grado en algunos casos. Con una pistola de Barrón se dispara una especie de banda o goma que estrangula el tejido hemorroidal, cortando el flujo sanguíneo y creando una cicatriz producto del tejido muerto que se desprenderá. No hace falta anestesia y tiene la ventaja de prevenir las hemorragias que pudieran presentarse.
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Técnica de Mitchell.
Este procedimiento incluye en algunos casos el uso de ácido carbólico. Lo que se hace es inyectar la vena hemorroidal con una cantidad pequeña de este compuesto combinado con otros elementos con la intención de causar una trombosis. Así, se corta el flujo de sangre hacia el vaso sanguíneo inflamado y este tejido finalmente muere. Este método se conoce comúnmente como Escleroterapia de inyección y aunque ofrece múltiples ventajas, pues el paciente obtiene rápido alivio, es una técnica ambulatoria y de fácil implementación, no es una solución definitiva para esta dolencia; como si lo son en muchos casos, las operaciones de hemorroides.
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Hemorroidectomía con láser.
Es un procedimiento sencillo que puede realizarse de forma ambulatoria. Con la ayuda de un láser, se extirpa con gran precisión la variz inflamada. Las características indoloras de este método, así como la ausencia de efectos secundarios; además, una rápida recuperación en los pacientes que la han usado, la convierten en una de las opciones favoritas para tratar hemorroide de primer, segundo y tercer grado.
Hemorroidectomía con láser
Operación de hemorroides trombosadas
En ocasiones puede que se presenten complicaciones en una hemorroide, en especial cuando esta se prolapsa y queda por así decirlo atrapada por el esfínter, quedando fuera del ano y completamente expuesta de forma permanente; lo cual dará origen a una trombosis.
Cuando ocurre esto, se forma un coágulo de sangre en la variz hemorroidal produciendo en el paciente intenso dolor tanto de manera espontánea como al tacto. En estos casos, es fácil observar un color azulado en la hemorroide y un aspecto tumefacto o inflamado. Es necesario señalar que esta condición podría dar lugar a infecciones secundarias e incluso úlceras.
Es posible llevar a cabo una operación de hemorroides trombosadas, siguiendo los procedimientos tradicionales de Milligan-Morgan o la variante de la técnica de Fergunson ya descritas. Sin embargo, también son populares lo que pudiéramos llamar tratamientos para-quirúrgicos, menos invasivos y capaces de proporcionar alivio casi de inmediato.
Por ejemplo, un tratamiento que es popular es la realización de una pequeña cirugía. Con la ayuda de un bisturí se realiza una incisión menor en la vena trombosada; luego, se procederá a extraer el trombo, extirpando la sangre contenida en la vena. Ahora bien, este tipo de operación de hemorroides es aplicable cuando se diagnóstica la trombosis dentro de los primeros tres días después de su aparición y debe realizar previa anestesia local.
Por otro lado, si el diagnóstico ocurre de forma tardía, puede que sea mejor recurrir a fármacos como analgésicos y tomar algunas medidas referidas al reposo, la alimentación y otros hábitos con la esperanza de que el cuadro de hemorroides remita de forma espontánea; aunque esto no dará punto final al problema.
La recurrencia en crisis de hemorroides trombosadas solo tendrá una solución definitiva mediante una hemorroidectomía tradicional. Pues en estas operaciones de hemorroides, se realiza una extirpación de todo el tejido hemorroidal.
Tratamientos no quirúrgicos para hemorroides trombosadas
Tal y como se ha mencionado, existen tratamientos no quirúrgicos que pueden proporcionar algún grado de bienestar y son una opción para evitar las operaciones de hemorroides.
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Reducción manual.
Con este término se califica a la maniobra manual que puede hacer un medico especialista, para reintroducir la hemorroide dentro del conducto anal. Al hacer esto se elimina la presión que el esfínter causa sobre la vena trombosada y permite la irrigación normal y continua del tejido afectado. Por supuesto, debido al intenso dolor que suele generar una hemorroide trombosada, este tipo de procedimiento se debe realizar usando anestesia local o por administración oral, pero a pesar de este detalle la reducción manual suele tener una alta tasa de efectividad.
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Baños de asiento.
Sumergir la zona hemorroidal por periodos de 20 minutos puede traer gran alivio a esta condición. Se pueden realizar alternando agua fría y tibia o solo usando agua tibia con alguna sal como el bicarbonato de sodio. También son habituales en los baños de asiento el uso de plantas medicinales como la caléndula, la manzanilla o la mas conocida como tratamiento la Hamamelis, que goza de poseer grandes propiedades para fortalecer los capilares y reducir la inflamación.
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Supositorios caseros.
Fáciles de hacer y con muy buenos resultados, los supositorios hechos en casa de sábila son una buena opción. Solo deberá lavar y pelar la sábila o aloe vera y cortarla en pequeños bastoncillos que luego reservará en su refrigerador, y una vez fríos, procederá a introducir uno de esos bastoncillos en la región anal como si se tratara de un supositorio de uso común. La sábila tiene efectos cicatrizantes, y antisépticos; por su parte, el frío ayudará a reducir el dolor y la inflamación. El mismo uso y tratamiento puede darse usando la papa o ajo.
Operaciones de hemorroides externas
Cuando las hemorroides externas no responden favorablemente a tratamientos no quirúrgicos, se usa la operación de hemorroides denominada hemorroidectomia (abierta o cerrada). Esto será especialmente necesario si se trata de hemorroides externas de gran tamaño.
Esta operación de hemorroides se debe realizar con los debidos cuidados de un hospital y requerirá de anestesia local (se aplica en la región anal que será tratada).
El paciente puede optar también por una anestesia donde se le adormezca de la cintura hacia abajo, o incluso para aquellos que prefieren estar completamente dormidos, esta la posibilidad de una anestesia total.
Luego, usando pinzas y bisturí o incluso un electrocauterio, el especialista cortará la base de la hemorroide y extirpará todo el tejido hemorroidal afectado. El paciente podrá retirarse a su hogar el mismo día de la operación de hemorroides una vez verificado los resultados preliminares de la cirugía.
No obstante, es preciso señalar que existen riesgos propios de este tipo de operación de hemorroides, así como algunos efectos secundarios, entre los que se cuentan, la posibilidad de infección y el dolor reportado por los pacientes al pasar el efecto de la anestesia.
Asimismo, el médico que vaya realizar la operación deseará tener la mayor limpieza posible en la zona anal; por ello, intentará depurar el tracto final del intestino grueso y administrará al paciente enemas que también ayudarán a limpiar el recto.
Algunos efectos secundarios de este tipo de operación de hemorroides, pueden ser reacciones adversas a la anestesia; infección, la aparición de una fistula anal o el estrechamiento del ano lo que se conoce también como estenosis anal.
También esta la posibilidad de una hemorragia y en casos muy raros, la reaparición de hemorroides. Se enfatiza una vez más, que la hemorroidectomía es el último recurso para tratar hemorroides que no responden a otras medidas
Cuanto dura el post-operatorio de hemorroides
Una vez culminada una operación de hemorroides, al paciente se le mantendrá en observación, tal vez durante unas 24 horas. Sin embargo, tal vez el paciente desee irse a su casa ese mismo día. Todo dependerá de cada persona y de la gravedad del caso.
Por lo general, los pacientes regresan a sus actividades cotidianas luego de 72 horas de salir del quirófano y sentirán una mejoría total entre 8 y 10 días después de una operación de hemorroides. Ahora bien, durante el proceso de convalecencia en casa será fundamental tomar algunas medidas importantes.
Hábitos alimenticios Cuidado con lo come. Evite las comidas llenas de condimentos o picantes; también, será necesario al menos por un tiempo no consumir harinas o sus similares. Si bien es cierto que no será necesario llevar y cumplir con una estricta dieta alimenticia, si es importante que las comidas que consuma, sean ricas en fibras.
Así, alimentos como el centeno, la avena y el salvado de trigo o afrecho, pueden contribuir a evitar el estreñimiento y harán que la persona vaya al baño sin mucho esfuerzo, evitando que la operación de hemorroides se vea bajo estrés y cicatrice adecuadamente.
Un elemento de igual importancia y efecto similar es el consumo de agua; esto ayudará a ablandar las heces fecales.
Hábitos higiénicos. Es posible que luego de la operación de hemorroides deseará asearse, pero debe bañarse solo después de transcurridas 24 horas de la intervención quirúrgica.
Por otro lado, algunos pacientes han reportado sangrado leve después de la operación, lo cual es completamente normal; si lo desea puede colocar una pequeña gasa en la ropa interior como una almohadilla que evitará que manche su ropa.
También, se recomienda los baños de asiento; estos permitirán mantener la herida limpia y libre de gérmenes al tiempo que ayudará a relajar la zona afectada.
Otros cuidados post operatorios de las hemorroides
Además de las medidas higiénicas y dietéticas que se pueden tomar, existen otros cuidados que pueden contribuir a una pronta mejoría luego de una operación de hemorroides.
De hecho, algunos pacientes han mencionado los beneficios del uso de cojines (en forma de rosquilla), especiales para este tipo de convalecencia. Para la persona operada será muy importante evitar hacer esfuerzo bien sea al ir al baño o levantar cualquier peso. Y si le cuesta ir al baño, tal vez será necesario el uso de laxantes debidamente medicados.
Por otro lado, no es recomendable pasar mucho tiempo sentado en el sanitario pues esto puede traer problemas para la recuperación. Seguir estos consejos hará su post operatorio mucho más llevadero y evitará posibles complicaciones. Los debidos cuidados luego de una operación de hemorroides inciden directamente en cualquier efecto secundario que pudiera venir posterior a la intervención.
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